La belle noiseuse (Jacques Rivette, 1991)

Hay algo que te predispone a determinada actitud cuando vas a ver una película de 4 horas. Sabemos que no es lo mismo. Casi tres horas, tres horas, de acuerdo. Pero cuatro. Es otra cosa.
Creo que no vi demasiadas películas tan largas. 'Lo que el viento se llevó', se me hace eterna. 'L'argent', una película muda que vi una vez en la Filmoteca (la única manera de tenerme atada a mi butaca es el orgullo de no abandonar una sala) y no me gustó nada. 'Love Exposure', la japonesa que vi en el Cineuropa y nos encantó. Recuerdo que la chica al vender la entrada le decía a todo el mundo "debo advertiros que dura 4 horas". Y ahí me cabrée un poco, con mi prepotencia juvenil. Como... ¿y qué? dame la maldita entrada, ¿es que su duración debería echar a alguien para atrás?
Y lo cierto es que alguna gente se fue, y siempre pensé que me hubiera dado mucha pena perderme una película tan genial porque me pareciera demasiado larga.
Hay muchos prejuicios sobre la duración de las películas, pero creo que en ellas se produce una especie de catarsis. Una inmersión completamente profunda en el relato. A veces me pasa que una hora y media se me hace nada, y no empatizo con ningún personaje porque es como si les acabara de conocer. Si les contemplas durante tanto tiempo, te da la impresión de que podrías llegar a alcanzar un pedazo de su alma, comprender sus entrañas.

Sin embargo el cine tiende hacia el otro lado. El del cortometraje. Más aún. Hacia el minimetraje, cápsulas comprimidas. Quizás hiciera falta lo contrario. Sabes que una persona que ve una película de cuatro horas es porque realmente quiere verla. Es el único modo que se me ocurre de recuperar el amor por la imagen. De aprender a no banalizarla, a no engullirla, sino a saborearla.

Tiendo a no dudar de la intención del director. Sé que si hace una película de cuatro horas, es porque realmente la historia necesita esas cuatro horas, cada segundo de ellas.
Me enteré de que existe una versión reducida de 125 minutos de 'La bella mentirosa' y me pregunto cómo puedes cargarte exactamente la mitad del metraje y que el resultado sea el mismo.
A mí, en 'La bella mentirosa', no me sobra nada. Todo es un deleite. Ni siquiera esos planos de quince, veinte minutos viendo cómo una mano saca del lienzo más blanco la imagen de la belleza que miente.
Y creo que una historia como ésta, que habla de la creación, que ahí es nada, lo necesita y lo requiere todo.
Hace 4 ó 5 años quise rodar algo parecido. Mi tío es pintor y acababa de conseguir un estudio genial, y se me hacía la boca agua con todas las posibilidades que el espacio me ofrecía, con tener la oportunidad de retratar ese proceso, donde el conflicto es el arte mismo. Supongo que acababa ver 'El sol del membrillo' y me creía Dios.

Hay algo fascinante en el final de 'La bella mentirosa'. Has estado viendo durante cuatro horas a Michel Piccoli intentando alcanzar ese algo. Retratar la belleza y la mentira. Destruyendo esbozos, sufriendo crisis, perdiendo la cabeza, perdiéndolo todo. Y finalmente, lo alcanza. Y Jacques Rivette decide no mostrarte el resultado. El espectador se muerde los nudillos y grita ¡he asistido a todo el proceso de creación durante una eternidad, me MEREZCO ver el resultado! Pero no. Los movimientos de cámara fluctúan alrededor del cuadro. Pero no. Nunca lo llegamos a ver. Lo atisbamos durante un instante, vemos muchísimo rojo. Y entonces Emmanuelle Béart, la bella mentirosa, lo ve. Y se tapa la boca y sale corriendo. Luego reconoce estar asustada, querer huir, encontrar otra máscara. Dice: "Lo vi. Vi algo frío y seco. Era yo."
Ese cuadro acaba tapiado, contra una pared, lapidado por los ladrillos. Nunca nadie lo verá. Ni tú, ni yo. Y pese a lo frustrante de todo ello, sabemos que ningún cuadro jamás pintado podrá alcanzar la perfección y el poder de aquel que cada espectador dibuje en su imaginación.

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Blog (Elena Trapé, 2010)

Neighbors (Nicholas Stoller, 2014) / Wish I Was Here (Zach Braff, 2014)

La fille du 14 juillet, Swim Little Fish Swim, Sous la jupe des filles, Ocho apellidos vascos, 3 bodas de más