La fille du 14 juillet, Swim Little Fish Swim, Sous la jupe des filles, Ocho apellidos vascos, 3 bodas de más

Qué vergüenza. Entre el 3 y el 29 de junio he visto 5 películas. Me siento un poco Norma Desmond, un poco vieja gloria. Recuerdo aquella época en la que veía tres películas diarias facilmente, y como esto definía lo que era, mi forma de pensar, de vivir, mi día a día. Teniendo en cuenta eso, podría sacarse como conclusión que el cine ya no me interesa. Y sin embargo lo amo como antes, sino más que nunca. Pero de otra manera, menos voraz. Supongo que es el fin de la adolescencia, el fin de querer verlo todo, saberlo todo. He visto muchísimas películas, tantas, que las he olvidado a casi todas ellas. Es la hora de meterse en una relación estable con un proyecto, volcarme en él. Dedicarle toda mi imaginación, creatividad, ilusión a esa película, en vez de todo esa afección volátil y efímera de los tres amantes por día.

De esas cinco películas de junio tres las vi en el cine, dos en casa. Dos son españolas, tres son francesas. Empiezo a perder terreno en la patria.

Las primera española fue Ocho apellidos vascos. Es horrible estar en el exilio y no oír hablar de otra cosa que no sea esta película. La conclusión es que hay que seguir más los instintos que las lenguas del pueblo, pues estas son bastante estúpidas. Ocho apellidos vascos es un compendio de chistes de "van un andaluz, un vasco y un gallego y uno es vago, otro es basto y otro es tonto", un Bienvenidos al Norte seis años después. Sin embargo es una película a la que no le puedo negar cierto cariño porque la vi con mi madre. He pasado mucho tiempo de mi vida trabajando en cines, y cada vez que veía venir a una madre con su hija me ponía muy triste extrañando esa sensación. Esa sensación única de ser una niña, que tu madre te compre palomitas, reír a su lado. El cine como divertimento, como recompensa. Vería Ocho apellidos vascos cien veces si pudiera ir con mi madre.




La otra película española la vi esta tarde: 3 bodas de más. Inma Cuesta es un caramelito, Rossy de Palma es una maravilla. Es predecible y manida pero tiene personajes muy carismáticos y me hizo reír mucho. Otro día fuimos al cine a ver Sous la jupe des filles. Me da mucha rabia que todas las películas "sobre chicas y para chicas" sean tan limitadas y tópicas, y no puedo entender que Vanessa Paradis sea considerada una mujer bella. Hay que hacer algo.


 
Sin embargo estoy muy contenta de haber ido a ver Swim Little Fish Swim. Es sencilla y sin embargo efectiva y encantadora. Me recordó mucho a Frances Ha salvando las distancias (cualquier cosa sin Greta Gerwig es automáticamente mil veces peor). Es de esas películas que te imaginas viendo a un personaje de Woody Allen. Que te dan ganas de dar la vuelta al mundo mil veces para equivocarte sin parar. Aprender de los errores. Ser mejor persona. Sonreír más. Como la canción de Radiohead: Keep in contact with old friends (enjoy a drink now and then). Favours for favours. Fond but not in love.
No longer afraid of the dark or midday shadows. Nothing so ridiculously teenage and desperate. Nothing so childish. At a better pace. Slower and more calculated. No chance of escape.



La fille du 14 juillet fue un viaje más que agradable al pasado. Fue como despertar al Godard divertido y travieso que murió hace tiempo. Jugar con Jacques Tati, hablar de sentimientos a la Rohmer. Sacar a paseo al absurdo, irse a la playa con él. Todo el mundo debería verla, ahora que es verano, ahora que deberíamos irnos de aquí.






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