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Mostrando entradas de 2013

El callejón (Blind Alley) (Antonio Trashorras, 2011)

Ayer estaba yo leyendo La bleu est une couleur chaude con el sillón pegado al radiador, mientras mi madre jugaba al Cityville con su ordenador. Entonces me propuso ver una película, y yo temblé, pues siempre hay que temblar cuando mi madre me propone algo así porque mi amor por ella es tan grande que soporta todos los pecados capitales: no solo es que vea las películas dobladas (sin hacer distinción entre el castellano y el latinoamericano), es que para ella no hay diferencia si está grabada en un cine cámara en mano y el sonido recogido con un móvil, así que se baja todo lo que encuentra y de cualquier manera. Tras mil intentos fallidos de películas que ningún reproductor humano reconocía, dije sí a la última de la lista: El callejón . Estoy MUY contenta de haber visto El callejón porque es oficialmente y sin la más remota duda, la peor película que haya visto en toda mi existencia. Y he visto películas con Britney Spears y con Jennifer López. Decía que estoy muy contenta de haberl

The To Do List (Maggie Carey, 2013)

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Aún existe gente en el mundo que no comprendre que el cine es un mecanismo para hacer realidad los sueños de aquellos que deciden contar una historia. Incluso cuando son pesadillas, incluso cuando relatan el infierno, en vivas llamas, y se queman con cada línea de trama, incluso eso son sueños que quieren espantar, demonios que exhumar, a fuerza de repetición. Estaba pensando en esto al ver The To Do List , que es una mierda de película (lo siento, Miguel) pero es guay de ver solo por dos razones: 1. Aubrey Plaza 2. Años 90 Y es que The To Do List ocurre en los años 90 sin (absolutamente) ningún motivo más que el gran placer de sumergirse en una estética noventera. Pearl Jam, hombreras, flequillos abufados, bailes de fin de curso, virginidad, son cosas que existían en los 90 y que desaparecieron para siempre. Cosas que no aportan nada de nada a la trama de esta historia que me da rabia porque podría haber sido muy guay y no lo es en absoluto.

La jalousie (Philippe Garrel, 2013)

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Creo que hay una enorme diferencia entre una Manic Pixie Dream Girl y una puta loca insoportable. Las Manic Pixie Dream Girls son preciosas, podrías pasar horas solo mirándolas, tienen tus mismos gustos musicales, bailan bien, les dan arrebatos pero luego vuelven a ti con las orejitas agachadas, son dulces y violentas a la vez, por lo que te engañan con esta sensación de es mía/no es mía que mantiene despierto el deseo. Sí, a veces tienen arrebatos depresivos, pero se lamen las heridas ellas solas después de montar una escenita (divertida, al fin y al cabo). Estas chicas son tan maravillosas porque no existen. Lo más probable cuando de locura se trate es que nos encontremos con Claudia, la protagonista femenina de La Jalousie . Claudia tiene voz de camionero, los dientes amarillos de fumadora, no es lo suficientemente guapa como para querer mirarla fijamente más de 2 segundos. Primero te da por culo durante toda la relación, es celosa mientras ella se acuesta con otros, a veces l

Casse-tête chinois (Cédric Klapisch, 2013)

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El vestigio del encanto de L'auberge espagnole desapareció en cuanto la película se acabó. Seguimos viendo sus secuelas por esa morbosa curiosidad. Ver Casse-tête chinois es preguntar a la vecina cotilla del 2º qué fue de aquella chica que vivía en el 3º y que se casó con nosequién y luego se fue a vivir a nosedónde. Podríamos vivir sin esa información, pero en un momento de aburrimiento nos preguntamos qué habrá sido de todos ellos. Nos ponemos nostálgicos, tenemos ganas de buscarlos por facebook, ver sus fotos y olvidarnos después, una vez más. Y por eso fuimos a ver Les poupées russes , y por eso fuimos a ver Casse-tête chinois. Creo que el único director que retomó una historia a lo largo de los años y hizo 3 obras maestras de ello fue Richard Linklater con su Céline y su Jesse. Eso sí tiene sentido. Un Novecento , como tratado de una historia que se desarrolla a lo largo de los años, tiene sentido. Pero otras secuelas solo tienen el propósito de hacer una bonita taquilla, s

The Hunger Games (Gary Ross, 2012)

Siempre vi todo tipo de cine, sin hacerle ascos a nada. Sin embargo me falta un poco ese lado "blockbuster" y no por snobismo (no me importaría que cualquiera de las películas que me gustan fueran éxitos de taquilla, me gustarían lo mismito). No las veo porque me tienen, la mayor parte, una pinta horrorosa. Creo que prefiero amputarme un brazo antes que ver 10 minutos de El señor de los anillos. Echarme ácido en las pupilas antes de ver Crepúsculo. Volver a DiDi Hollywood antes que ver Harry Potter. El caso es que con el estreno de la segunda parte de Hunger Games, a mis ojos mamarrachada adolescente como cualquier otra, me dije, ¿qué pasaría si viera la primera parte? Pues que he visto cosas peores en mi vida, y he estado, al menos durante una hora, bastante entretenida. Claro que le sobra mucho amor y le falta mucha sangre para poder decir que "me gusta". Le sobra mucha bondad y le falta mucho Battle Royale. Pero oye, sigo viva. Danza de la victoria:

Les garçons et Guillaume, à table (Guillaume Gallienne, 2013)

Creo que fue la semana pasada cuando fui al cine a ver Les garçons et Guillaume, à table. Fue unas treinta o cuarenta horas después de enterarme de que a mi abuelo le quedaban unos días de vida. Estuve llorando sin parar, durante tantas horas que perdí la noción del tiempo. Durante tantas horas que el concepto llorar perdió su sentido, tantas horas que creo que me sequé, que perdí la capacidad de llorar. Luego me di cuenta de que esa no se va, esa se queda. Decidí ir a verla porque el cine es lo que salva la vida. La gente dice, en esta época tan triste necesitamos más comedias. No más dramas, la vida ya es suficientemente triste. Yo siempre pensé que esta gente era un poco imbécil pero qué te voy a decir, los imbéciles a veces tienen toda la razón del mundo. Así que empujada por una imperiosa necesidad de parar el dolor, aunque sea hora y media, aunque sea poder respirar, poder detener la realidad, fui al cine a ver Les garçons et Guillame, à table . Horas antes de ir al cine estu

Inside Llewyn Davis (Joel Coen, Ethan Coen, 2013)

Hay quien decía que los Coen no tenían corazón, que sus personajes no lo tenían tampoco. Y entonces llega Llewyn Davis y te provoca este dolor mudo en las entrañas, a su modo frío y calculador. Inside Llewyn Davis es la respuesta a esas personas que a veces te dicen: Inténtalo con toda tu alma, no tienes nada que perder. Llewyn Davis es la pérdida. Es el fracaso una y otra vez sin final feliz, como suele ocurrir en las películas, en la literatura, en esa otra vida que no existe. Llewyn Davis es el contraejemplo de lo idílico, del milagro en el último momento. Y tú te sientas esperando ese milagro, que no puede ser tan mala suerte. Ese productor que escuche sus canciones y le diga que su música vale la pena. Esa amante que deje de llamarle gilipollas y corra a sus brazos. Ese gato que vuelva a casa. Pero el milagro nunca llega como tampoco llegan a la vida real. Llewyn Davis es la vida que salió mal. La vida que se perdió en las calles heladas de Nueva York, una vida sin sentido ni a

La vénus a la fourrure (Roman Polanski, 2013)

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Polanski es mi amor. Es uno de esos directores que reunen todo aquello que quiero tener a mi alcance. Humor, negrura, perversión, sadismo, inteligencia, saber hacer. Y es a la vez víctima y culpable, algo que lo hace irresistible a mis ojos. La vénus a la fourrure tiene mucho de Polanski. Tiene al Polanski teatral, que hemos visto desenvolverse en espacios cerrados como tiburón en el Océano Atlántico en La muerte y la doncella o en Carnage (Un Dios salvaje). Tiene a su musa (a la que yo no acabo de encontrarle ni un ápice de belleza) de igual manera que un día fue dueño de Catherine Deneuve o de Mia Farrow. Tiene a su alter ego, un Mathieu Amalric que se peina, habla y se mueve como lo haría el propio Polanski, de igual modo que lo tuvimos a él en carne y hueso en El quimérico inquilino o en El baile de los vampiros . Esta Venus no es My Fair Lady. No es una mujer que no sabe hablar ni comportarse, vulgar, descarada, inoportuna, imbécil. Una masa de barro a la que moldear y e

La noche que no acaba (Isaki Lacuesta, 2010)

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Es posible que ninguna imagen defina a Ava mejor que esa: un rostro que se vuelve, y queda a medio camino entre dos sitios, entre dos momentos. Como si siempre estuviera a punto de dejarnos, o acabando de llegar de alguna parte.

The Usual Suspects (Bryan Singer, 1995)

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No entiendo como un hombre tan feo como Kevin Spacey puede ser un hombre tan guapo.

Misery (Rob Reiner, 1990)

No importa lo buena que sea Misery , lo que recordaré de ella es la escena en la que la productora lesbiana de The L Word le rompe el pie con un martillo a James Caan.

The Heat (Paul Feig, 2013)

Quizás me he precipitado juzgando a Sandra Bullock como la peor actriz habida y por haber, igual que me equivoqué cuando odié a Jennifer Lawrence cuando ganó el Oscar y luego resultó ser encantadora. The Heat era una de las películas que peor me pintaba del universo, pero Katie Dippold, una de las guionistas de Parks and Recreation, Paul Feig, responsable de Freaks and Geeks y Weeds, un guión sorprendentemente feminista y unos cuantos gags al más puro estilo Hermanos Marx hacen que sea alegremente tragable en un domingo de lluvia.

Gravity (Alfonso Cuarón, 2013)

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Gravity es al cine un El cantor de jazz , ese éxito de taquilla de los años 20 que en realidad era una mierda de película, pero oye, fue la primera película sonora. Una experiencia única a la que cualquier cinéfilo habría querido asistir: la primera vez que oímos a la gente cantar y hablar, unido a la imagen. Gravity es, para nosotros espectadores que nunca hemos estado en el espacio, lo más cerca que estaremos nunca de experimentar esta sensación. O eso nos dicen. No tenemos ni idea de cómo actuaría la física sobre nuestros cuerpos y sin embargo cuando vemos Gravity estamos seguros de que debe ser exactamente así. Sin embargo, no deja de sorprenderme que la gente no pare de decir que Gravity es Cine, en el sentido de que recupera el significado más primitivo y vacío del término: el espectáculo. Ojalá lo fuera. Pero Gravity no es ni siquiera espectáculo, pues los espectáculos entretienen de principio a fin, y en una triste hora y media que dura esta demostración tecnológica, me e

The Look of Love (Michael Winterbottom, 2013)

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Michael Winterbottom hizo 9 songs hace 9 años (dios, aún recuerdo ir al cine a verla, dos veces, y luego verla en casa una y otra vez, durante mucho tiempo). 9 songs era una película rompedora, maravillosa, que a nadie le gustó y que a muy poca gente le gustó mucho. Contaba una historia de amor de principio a fin de un modo que nunca antes habíamos visto. Desde la perspectiva de las cosas que nos importan, sin momentos cursis, sin tonterías: de un modo seco y directo, y a la vez indirecto, como una luz que rebota sobre un espejo. Entonces ocurre eso que le ocurre a mucha gente cuando descubren una película de un director que les gusta de ese modo: se ponen a ver su filmografía. Y fue así como descubrí que no había tal cosa como un gran director tras 9 songs , sino algo que podríamos llamar un momento de creatividad transitorio, como la enajenación. Solo fui capaz de encontrar otras dos películas de algún modo (muy) interesantes: Genova y Tristram Shandy: A Cock And Bull Story . Si

La moustache (Emmanuel Carrère, 2005)

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Esta es la historia de una pareja que un día dejó de mirarse y nunca más se volvió a ver.

Holy Motos (Leos Carax, 2012)

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Ya no habrá más belleza.

La vie d'Adèle (Abdellatif Kechiche, 2013)

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Me prometí a mí misma que empezaría a hablar de La vie d'Adèle centrándome en sus mil y unas virtudes y vencería al cabreo que me provoca la más patética y absurda de las críticas que he escuchado en mi vida. Esta crítica viene de la mano del "sector lésbico", porque resulta que es un sector y tiene reglas a las que tienes que amoldarte para complacerlas y que salgan de la sala de cine dicendo "esta es nuesta Biblia, esto me representa". La crítica en concreto es: el sexo lésbico no es realista. No es así como las lesbianas follan. Un director dirigiendo a dos actrices heterosexuales, lo que faltaban son lesbianas en el plató para darles una clase de cómo dos lesbianas se desenvuelven entre las sábanas. Recriminarle a Abdellatif Kechiche ser un hombre dirigiendo una película sobre dos lesbianas sin conocimiento de causa es tan absurdo como recriminar a Kubrick por haber filmado 2001 sin haber ido nunca al espacio o a John Ford hacer westerns sin haber vivido el

The Purge (James DeMonaco, 2013)

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The Purge parte de una idea que me parece muy interesante. En Estados Unidos (cómo no, God Bless America) se implanta una ley mediante la cual un día al año todo crimen queda impune. De esta manera, la tasa de paro se ha reducido hasta el 1% y apenas hay crímenes. ¿Por qué? Pues porque la gente almacena todo su odio, su ira, su violencia y sus "ganas de matar aumentando" hasta ese día, donde se convierten en bestias que aniquilan a todo aquel que se les antoje. Algunos se divierten con los vagabundos, considerados por los poderosos como un instrumento para ayudarles a purgarse, y los utilizan como sacrificio. Otros quieren matar al vecino porque tiene una casa más grande. Todos estos asesinatos se justifican con un glorioso eufemismo: purgarse. Como los gatos cuando vomitan para limpiar el estómago, estos ciudadanos vomitan toda su bilis y sus malos deseos en una noche de diversión donde la ley no existe y la moral aparentemente tampoco. Por supuesto este sistema tiene mil

Curse of Chucky (Don Mancini, 2013)

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Ayer fue la Nuit Fantastique, organizada en Nantes a manos de la Absurde Séance. En los últimos años he podido disfrutar de unas cuantas "noches fantásticas". El principio es siempre el mismo: películas de terror/serie b/mal ambiente, comida basura hasta el vómito, mantita, buena compañía, churros al amanecer, qué mejor. Sin embargo, todas se quedan a la sombra de las organizadas por Cineuropa. Recuerdo un año en el que salí de la sala a las 14h del mediodía tras haber entrado a las 20h del día anterior y sentir que eres un ser humano venido de otra galaxia, con las ojeras grabadas a fuego y los ojos inyectados en sangre y vísceras de toda la noche y el sabor a ira y tensión aún en la boca. Y es que las programaciones del Cineuropa eran casi siempre caviar en bandeja. No tenían miedo a proyectar la triología del odio de Sion Sono regalándote 8 horas y media de peleas entre cuerpos descuartizados y alternártela con una bizarrada llena de humor sobre violaciones grupales a ma

Dark Touch (Marina de Van, 2013)

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Antes de ir a ver la película leí en unos comentarios que Dark Touch es una mezcla entre Carrie y Matilda . Ojalá. Me hubiera encantado ver algo así.

Machete Kills (Robert Rodríguez, 2013)

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Me paro a pensar y me doy cuenta de que en realidad Machete es una delicia debido a una simpleza. La misma simpleza que los chistes de Chuck Norris, ambas se basan en el mismo principio. Machete es un tipo duro. Machete no envía mensajes. Machete no falla. Y lo demás, poco importa. Si mantienes esta idea fría en tu cabeza, Machete Kills no puede defraudarte. Tiene un añadido a la primera parte: un desfile de mujeres absolutamente despampanantes con personajes tan primarios y básicos como Machete, pero que ganan puntos por tener unos pechos que se salen de la pantalla. Machete Kills no es más que eso. Machete, El Hombre, teniendo escenas gores más o menos divertidas con mujeres a cada cual más hermosa. Una vez más: All you need for a movie is a gun and a girl.

Simon Killer (Antonio Campos, 2011)

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Simon Killer tiene muchas cosas muy interesantes pero muchas otras que no lo son. Entre las interesantes pondría en la cima el uso del sonido. Me gusta mucho la utilización moderna (en el buen sentido de la palabra) de la música que escucha el protagonista para adentrarse en la cabeza del personaje. Por ejemplo, ¿cuántas veces vamos por la calle escuchando una canción que es demasiado triste/demasiado animada para nuestro estado anímico presente y cambiamos a otra más acorde con lo que se mueve por nuestra sangre en esos momentos? Pues ese gesto lo repite Simon numerosas veces, y muy sabiamente, la película nos interrumpe estas canciones para hacernos saltar a otras bruscamente provocando nuestra frustración. Es como ir en el coche con una persona que no para de cambiar de canción esperando encontrar esa una y concreta que quiere escuchar, y ninguna otra le vale. Exasperante para el copiloto, imperativo para el conductor. Esto mezclado con pasajes de bailes en los que la música pare

Blue Jasmine (Woody Allen, 2013)

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Y yo, estúpida de mí, que pensaba que la última película de Woody Allen iba a ser horrible. Cuando le hablé de mi mal augurio a Enar me dijo: seguro que no. En los últimos 10 años Woody Allen entró en una dinámica de hacer una película buena y otra mala y entonces pienso en To Rome with love y digo: esta es la buena. Hay algo hermoso en cómo Woody se adentra en las entrañas de esta insoportable mujer y es que en realidad nos está haciendo un regalo a nosotros espectadores. Nos está regalando la capacidad de redimir. Nos presenta a un personaje absolutamente inaguantable. Prepotente, presumida, ególatra, snob, altiva, egoísta: una perfecta señorita de clase alta. La castiga quitándoselo todo. Y entonces, justo cuando queríamos estrangularla con nuestras propias manos, sucede el milagro. Entendemos a esta mujer y sentimos compasión por ella. Nos damos cuenta de que todo ser humano es susceptible de provocar empatía. Woody es muy, muy cruel con Jasmine, pues le quita, además, la opci

This Is The End (Evan Goldberg, Seth Rogen, 2013)

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Máximo festival del humor.

Behind The Candelabra (Steven Soderbergh, 2013)

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HBO y Steven Soderbergh, y aún me pregunto cómo ha podido salir mal. Too much of a good thing is wonderful. Es la frase que solía repetir Liberace y que se recupera para la gran pantalla, y creo que ahí reside todo lo bueno y todo lo malo de esta película. Ese demasiado tiene cierto encanto, de hecho es la única particularidad de esta película. El exceso. Sin ese demasiadas cosas buenas, no quedaría más que la historia de dos maricas (uno ambicioso y otro egocéntrico hasta decir basta) y sus idas y venidas. Ese es su punto fuerte, su diferencia. Su punto débil es el mismo. El exceso no resulta excesivo. Se queda a medio camino o, al contrario, toma tanto protagonismo que nos olvidamos de sentir un ápice de empatía o comprensión hacia los personajes. Y no puedes contar una historia donde todo pivota alrededor de dos personajes sin dedicarte a mimarlos. Este exceso de purpurina, de ropajes, de plumas, de homosexualidad, de excentricidad, ahoga a los protagonistas de tal manera que de

Wrong (Quentin Dupieux, 2012)

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Lo absurdo está obligado, por definión, a desobedecer las normas de la lógica. Si nos quedamos en la superficie, se corre el peligro de caer en la irreverencia o la estupidez de tomarlo al pie de la letra y hacer lo que nos venga en gana. La teoría del porque sí. O peor. La teoría del ¿por qué no?. Se corre el peligro de perder los puntos básicos de lógica absurda que mantienen en tensión y en firme una historia sin que esta se caiga por su propio peso. Que hacen que, en definitiva, esta tenga un sentido por el que existir. De lo contrario, todo vale y nada vale. Una cara de la moneda, la del mundo extraño pero nunca vacío, sería Lynch. La otra cara es Mi loco Erasmus. Wrong, en este sentido, se me antoja como una obra maestra del equilibrio. Un hombre se pone a pintar tu coche de azul, cuando tú apareces este te dice que encontró ese bote por ahí y que te lo está pintando. Tú le dices que te gustaba más de rojo. Él dice, vale, otra vez será. El otro responde gracias, y se despiden a

Mi loco Erasmus (Carlo Padial, 2012)

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Tip Top (Serge Bozon, 2013)

A pesar de Isabelle Huppert, esta es la peor película que he visto en mucho, muchísimo tiempo.

Grand Central (Rebecca Zlotowski, 2013)

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Conocí a Léa Seydoux hace 5 años cuando salió La Belle Personne y me pregunté cómo podía existir una criatura tan bella sobre la tierra y no haber sido todavía descubierta. Tenía la piel como una estatua de mármol, una tristeza contagiosa de las que incitan al amor y no a la guerra. El pelo opaco, que funcionaba como un marco para sus pómulos y esa boca que debe ser única en el mundo. Léa era, de algún modo, la personificación de esa canción de Vinicius de Moraes que dice: Uma mulher tem que ter qualquer coisa além de beleza. Qualquer coisa de triste. Qualquer coisa que chora. Qualquer coisa que sente saudade. Um molejo de amor machucado. Uma beleza que vem da tristeza de se saber mulher, feita apenas para amar, para sofrer pelo seu amor, e pra ser só perdão. 5 años después he visto a Léa hacerse alguien. Un día salió en una película de Woody Allen. Otro en una de Tarantino.  Y supe que ya no habría más Léa como aquella desconocida que un día me hizo querer acariciar la pantalla.

Magic Magic (Sebastian Silva, 2013)

He adorado Magic Magic muy locamente. Me he quedado hipnotizada en la butaca, anestesiada por el ruido de los pájaros en la habitación de Alicia, embriagada por la pulsión sexual que late en cada fotograma, por el mar agitado, las voces en la cabeza, los bosques malditos. Creo que volvería a verla otra y otra vez, y otra vez. Nada de lo que pueda decir yo o este de trailer mediocre podría alcanzar a una milésima parte de lo que es Magic Magic.

Silver Tongues (Simon Arthur, 2011)

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Silver Tongues es una película diabólica. He conocido a muchos malos a lo largo de la historia del cine: algunos eran malos con razón de ser (un trauma infantil barato o cosas así, que se supone que exime o justifica a estos personajes), otros eran malos por estereotipo (aquellos por los que ni los guionistas se molestan en buscar una raíz para su maldad, solo están ahí para contrarrestar la bondad del héroe), otros eran malos porque eran directamente Satanás o cualquiera de sus siervos (aquellos que no eran terrenales), algunos eran malos sin más pero tenían un motivo/ideal/objetivo concreto detrás contra el que ejercían su maldad (estoy pensando en, por ejemplo, Funny Games y la burguesía, aquellos que odiaban a los pelirrojos en Notre jour viendra o en Hitler). Sin embargo, no he visto a menudo (fuera de las películas de terror) dos personajes como estos, que juegan sin límites, ni siquiera la muerte, con todo lo que tienen. Todas las cartas sobre la mesa, todo su cuerpo y toda

Kick-Ass 2 (Jeff Wadlow, 2013)

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El dinero debe ser una cosa muy maravillosa como para impulsarte a hacer algo tan terrible como Kick Ass 2. Contar con Jim Carrey en el reparto y no sacarle partido, debería ser considerado un pecado capital.

Jeune et jolie (François Ozon, 2013)

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Fue el miércoles por la mañana. Estaba en una piscina vacía, tumbada leyendo La sociedad Juliette mientras el sol me acariciaba la piel de tal manera que era difícil saber si la excitación era producto de ese calor fulminante o de leer escritas palabras como abyección. catarsis. semiótica. sublimación. trianguliación. retórica. El libro cuenta la historia de una chica que se parece demasiado a Sasha Grey, que se cansa del amor sin amor, del sexo sin sexo, y encuentra un camino de salida en la perversión. Horas después fuimos al cine a ver Jeune et Jolie, y me pareció curioso porque cuenta la historia de una chica que trata de llegar al amor a través de la perversión, recorriendo un camino inverso al de Sasha. Esta chica, tan joven, tan guapa, tiene 17 años y se siente como me pude sentir yo o cualquier otro adolescente o Peggy Lee cuando cantó esa maravillosa canción de Is that all there is?: Then I fell in love, head over heels in love, with the most wonderful boy in the world. We