'Blog' es una película que no quieres que se acabe nunca, y eso me hace sospechar. Sospecho porque aunque "disfruto" horrores con una película de, por ejemplo, Bergman, me gusta que se acabe. Si acaso para volver a ponerla desde el principio, pero me gusta que tenga un final, poder ponerle un punto final al sufrimiento o a una historia bonita. 'Blog', sin embargo, como todo aquel producto de un voyeurismo enfermizo, me hace querer más. Y si yo quiero más, no puede ser bueno. Así es que la película me ha atrapado un poco entre sus garras, condicionada por tres factores: 1) Tengo especial predilección por las obras de directoras, creo que tienen un algo muy distinto a todas las demás películas del mundo hechas por hombres. Además son tan pocas que creo que ya merecen una doble oportunidad de por sí. 2) El formato, la inclusión de conversaciones de messenger y demás moderneces (no en el sentido de moderna de mierda, sino en el de contemporaneidad). Me parece un ...
Qué vergüenza. Entre el 3 y el 29 de junio he visto 5 películas. Me siento un poco Norma Desmond, un poco vieja gloria. Recuerdo aquella época en la que veía tres películas diarias facilmente, y como esto definía lo que era, mi forma de pensar, de vivir, mi día a día. Teniendo en cuenta eso, podría sacarse como conclusión que el cine ya no me interesa. Y sin embargo lo amo como antes, sino más que nunca. Pero de otra manera, menos voraz. Supongo que es el fin de la adolescencia, el fin de querer verlo todo, saberlo todo. He visto muchísimas películas, tantas, que las he olvidado a casi todas ellas. Es la hora de meterse en una relación estable con un proyecto, volcarme en él. Dedicarle toda mi imaginación, creatividad, ilusión a esa película, en vez de todo esa afección volátil y efímera de los tres amantes por día. De esas cinco películas de junio tres las vi en el cine, dos en casa. Dos son españolas, tres son francesas. Empiezo a perder terreno en la patria. Las primera española...
Han pasado 4 años desde la última vez que escribí aquí, y como todo en este espacio-tiempo continuo que es la vida, parece que fue ayer. He visto muchas películas desde entonces, pero mi fase cinéfaga se apagó, como un hambre saciada por las series y otras preocupaciones. Ninguna fue tan bella como el cine pero al menos eran palpables. Se podría decir que en todo este tiempo he dejado de ser espectadora para ser actriz de todo lo que pudiera ocurrirme. Y todo ocurrió, y todo fue devastador y me deja en el punto de partida. A día de hoy me cuestiono sobre la necesidad de escribir sobre cine, y escupo estas palabras aquí sin filtro ni reflexión, como siempre me gustó hacer las cosas bien por convicción bien por holgazanería. No te lo diré. Siempre me gustó escribir el cine como si este fuera una emoción más que una reflexión, algo espontáneo y no premeditado. Sé que el cine en sí no es ninguna de estas cosas, pero es así como me gusta oír hablar de él: no en bocas de gente que cree hab...
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