Neighbors (Nicholas Stoller, 2014) / Wish I Was Here (Zach Braff, 2014)

Vi dos comedias este mes: Wish I Was Here y Neighbors.

La primera es obra de Zach Braff. Zach Braff que hizo Garden State que me pareció, siendo adolescente, una maravilla. Esa fotografía tan poco vista en aquella época, esos personajes que tiempo después acabaron hartándonos. Esa forma de contar las cosas tan única por aquel entonces. Natalie Portman, de quien nunca nos cansaremos. Todo esto me deja contrariada porque Wish I was here tiene muchísimos puntos idénticos con Garden State, y sin embargo la aborrecí.

La pregunta es: ¿si volviera a ver Garden State hoy la aborrecería? La eterna pregunta: ¿cambié yo o cambió el cine? Lo que antes me parecía entrañable en su cine, ahora me parece cursi hasta la náusea. Lo que antes me parecía efectivo ahora me parece barato, tramposo. Lo que antes me parecía nuevo ahora huele a rancio. El mundo avanza y supongo que tú no te puedes quedar quieto. No puedes estar ahí para siempre, diciendo pero este soy yo, yo soy así.

Pienso en ello ultimamente porque tengo pavor a que la vida no sea lineal sino circular. Supongo que Zach Braff es circular, solo sabe hacer esto, y volver a hacerlo, y volver hacerlo. Pero nosotros, espectadores, ya no somos los mismos. Ya no nos engañas, Zach. Hemos visto mundo. Hemos crecido. Y sabemos que no eres único ni especial.



La otra comedia que vi, sin embargo, tenía pinta de ser un vacia-cabezas. Me guiaron los actores, y alguna cosilla interesante del director. Aunque me frenaba la campaña de marketing y Zac Efron. Nada más lejos de la realidad. Neigbors me hizo reír y me hizo pensar.

Es una carta de amor y odio a la adolescencia y a la madurez, por partes iguales. Supongo que tenemos que situarnos en el punto de vista de los treintañeros (ay, dolor), a los que le gustaría seguir siendo jóvenes pero no pueden. Ya no. Hay bebés, trabajo, responsabilidad. Esas mierdas. Desgraciadamente me sentí más identificada con los paletos de 18 años, perdidos, desorientados, solo pensando en beber, drogarse y follar que con esa pareja (graciosísima, sí) que ama a su bebé y se ama entre ella, llena de deseos de estabilidad. Me perturba todo esto de tener que adaptarse a la edad y a las circunstancias y no al deseo de nuestro propio cuerpo y nuestra mente. Darle lo que pida hasta que se canse de tenerlo.


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