The Call cuenta con todas las virtudes de las películas de Antena 3 de sobremesa: una protagonista negra, ingredientes de adicción y enganchamiento elevados a la máxima potencia, y una trama que aún a pesar de su predecibilidad, te hace sufrir y gritar a la pantalla en cada giro o contratiempo que el protagonista sufre. Pero tiene un pequeño detalle que la convierte en cine y no en telebasura: carecer de moral. Me gusta mucho cuando las películas no se sienten en la obligación de dar explicaciones morales. De entregar al malo a la policía para hacer lo correcto, policía que por cierto, ha sido incompetente hasta el extremo durante todo el metraje. Me atrevería a decir que The Call es incluso feminista para ser tan americana. La víctima y la heroína son dos mujeres, y mientras un despliegue de veinte policías machos se lanza a la búsqueda del secuestrador, todos hormonados y protectores, es la operadora del 911 la que la encuentra ella solita y la salva, sin la ayuda de absolutamente...