Frances Ha (Noah Baumbach, 2012)

Al cine se le pide, viens changer ma vie.  Se le pide que duela. Yo le pido que me dé ganas, muchas ganas de vivir. Porque nada me da tantas ganas de vivir como ver a la gente viviendo en el cine. Si ellos pueden, que ni siquiera tienen carne y ni siquiera tienen huesos, yo también puedo.

Acabo de encontrar algo que escribí hace 3 años, y dice así:

"No quiero tener que seguir queriendo a mi marido cuando eche barriga y se vaya quedando día a día calvo. No quiero tener dos niños a los que les ponga el nombre de Jessica, o Xisela o cualquier otro nombre. Ir a la playa con una silla de estampado de rayas o flores, y utilizar sombrilla o nevera portátil. Abandonarme a la edad, leer el Hola, ver los programas de sobremesa, echar la siesta. Comprarme un pez y meterlo en una pecera, e ir sustituyéndolo a medida que un sinfín de peces exactamente igual de naranjas mueran. Poner la lavadora en las horas de menor consumo eléctrico. Hacer crucigramas en la cama, mientras mi marido se lava los dientes. Tener el talento de tocar un melón y saber si está o no lo suficientemente maduro. Cambiar el cine por la vida. Cambiar la música por el vulgar ruido de la calle, la literatura por el periódico gratuito que un estudiante pluriempleado me dará en la esquina. No quiero ir los domingos al Corte Inglés, si es que abre, no quiero ir tampoco los sábados, ni los viernes. Cenar en el chino en días prefijados de la semana. Hacer bocadillos y utilizar papel albal. No quiero matar el tiempo, antes prefiero que él me mate a mí. No quiero que ir al cine a ver las películas de Pixar se convierta en una obligación y deje de ser un placer. Ponerme mechas, decir cotilleos sobre la vecina del barrio, ser de color gris, utilizar siempre diademas y camisetas con frases en idiomas que no sé traducir.
No quiero liberarme de la cárcel que me supone mi cuerpo, del estorbo, no vaya a ser que me guste la libertad y después quiera quedarme con ella."

Frances también sabe lo que quiere. Es constante y por eso llega a conseguir lo que quiere, porque sabe qué es, aunque la mayor parte de la historia crea que no lo sabe. Frances quiere ser Frances. Frances quiere un apartamento. Una ventana con mucha luz. Una habitación propia, un pedazo de Virginia. Y Frances pierde la desesperación como solo esta se puede perder: aferrándose a ella con uñas y dientes. Frances es divertida. Es guapa e inteligente y tiene un talento moderado pero firme. Suficiente. No llora nunca y tampoco se esfuerza en consolar a los que sí lo hacen. Frances es todo aquello que yo no soy, pero que no me importaría (nada) ser. En esta noche en la que me doy cuenta de haberlo perdido todo, pero fuerte y especialmente, lo que más he perdido es a mí misma.


Comentarios

  1. que igual me expliqué un poco mal. que digo que todo todo todo no lo habrás perdido... bueno, eso espero en cualquier caso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. todo todo, no. más de lo que me habría gustado, sí.

      Eliminar
  2. vendrán cosas nuevas.

    ResponderEliminar
  3. a mi me está curando este disco (muy muy poquito a poco). ojalá te sirva:
    http://www.deezer.com/es/album/1083521

    ResponderEliminar
  4. también te gustará saber que se acaba de publicar la correspondencia de Lewis Carroll. Uma cartinhazinha:

    Para la señora P. A. W. Henderson

    Christ Church, Oxford
    12 de julio de 1879

    Querida señora Henderson:

    Espero que el hecho de que mencionara mi admiración por los pies de las niñas no le hiciera creer que pretendía proponerle hacer una fotografía de Annie descalza. No propondré una cosa así porque creo que no me conoce lo suficiente y además es una niña demasiado nerviosa para que pueda gustarle. Así que espero que ella no haya oído nada al respecto, porque eso podría hacer que tuviera miedo de venir.
    Con niñas que me conocen bien, y a las que el tema de la ropa les es indiferente, estoy encantado (cuando las madres lo permiten) de fotografiarlas en cualquier grado de desnudez que sea presentable, o incluso totalmente desnudas (que es un estado más presentable que muchas formas de semidesnudez), pero creo que su Annie no es una niña de ese tipo. Si alguna vez conoce a alguna de esas «niñas de la Naturaleza», estaré encantado de tener conocimiento sobre ellas.


    Muy atentamente,
    C. L. Dodgson

    *El hombre que amaba a las niñas. Correspondencia & retratos*, de Lewis Carroll (La Felguera Editores, 2013)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya por dios. Ahora no sé si comprarme esto o La sociedad Juliette.

      Eliminar
  5. Uno es una guarrada banal y falsamente provocadora. El otro es sutil y triste. Uno es ahora mismo el libro más publicitado del Corte Inglés, el otro es subversivo y te será un poco difícil encontrarlo. Uno es un best seller más, el otro está editado con amor y fotos de niñas. Uno te lo podrán prestar un montón de señoras amargadas de veinte para arriba, el otro probablemente solo yo. Tú verás.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Blog (Elena Trapé, 2010)

Neighbors (Nicholas Stoller, 2014) / Wish I Was Here (Zach Braff, 2014)

La fille du 14 juillet, Swim Little Fish Swim, Sous la jupe des filles, Ocho apellidos vascos, 3 bodas de más