Four Rooms (Allison Anders, Alexandre Rockwell, Robert Rodriguez, Quentin Tarantino, 1995)

Cuando tenía 16 años descargarse una película era una tarea que podía llevar días y días. El modem conectado a la línea telefónica que se desconectaba cada vez que alguien llamaba, el Kazaa echando humo mega a mega. Esto llevaba a que durante esos dos años previos a la explosión de accesibilidad cultural rápida y eficaz, conseguir una película por estos medios fuera poco menos que una tortura. Y las películas que yo quería ver no se encontraban facilmente en los videoclips (oh pobre niña marginada por el imperante comercial del momento). Es por esa razón que Four Rooms , una de las películas que había conseguido descargarme en mis tiernos días porque había un episodio filmado por Tarantino, fuera quemada en mil visionados que disfrutaba semanalmente. No había vuelto a verla desde entonces y ya sabéis cómo van estas cosas. Los nervios previos al reencuentro. El temor a la decepción. Preguntarse quién ha cambiado, si ella o tú. Mágicamente, Four Rooms parece mantenerse en su mismo luga...