Maps to the Stars (David Cronenberg, 2014)
Hace unos años que una expresión se popularizó entre mis amigas y yo: mal ambiente. El mal ambiente no es fácil de describir, pues puede incluir bien algo obvio como un padre que se folla a su hija, o bien cosas más sutiles, como un festival lleno de hippies. El mal ambiente es, pues, subjetivo. La subjetividad nace de un mutuo acuerdo entre mis amigas y yo. Somos 4 y aún así, a veces es tarea imposible ponerse de acuerdo. Por ejemplo para una de ellas, la más nazi de todas y amante de las prendas de vestir que se limiten al espectro cromático negro o gris, un vestido de colores vivos pasa a ser mal ambiente. El mal ambiente nació como algo rotundamente negativo, sin embargo hay una concepción positiva del mal ambiente, por ejemplo David Lynch. La escena de Blue Velvet en la que Dennis Hopper porta una máscara de oxígeno gimiendo: Baby wants to fuck. Get ready to fuck. Daddy's coming. Daddy's coming home. Pues ESO es mal ambiente, pero en plan bien. Maps to the Stars es ex...