Inside Llewyn Davis (Joel Coen, Ethan Coen, 2013)
Hay quien decía que los Coen no tenían corazón, que sus personajes no lo tenían tampoco. Y entonces llega Llewyn Davis y te provoca este dolor mudo en las entrañas, a su modo frío y calculador.
Inside Llewyn Davis es la respuesta a esas personas que a veces te dicen: Inténtalo con toda tu alma, no tienes nada que perder. Llewyn Davis es la pérdida. Es el fracaso una y otra vez sin final feliz, como suele ocurrir en las películas, en la literatura, en esa otra vida que no existe. Llewyn Davis es el contraejemplo de lo idílico, del milagro en el último momento. Y tú te sientas esperando ese milagro, que no puede ser tan mala suerte. Ese productor que escuche sus canciones y le diga que su música vale la pena. Esa amante que deje de llamarle gilipollas y corra a sus brazos. Ese gato que vuelva a casa. Pero el milagro nunca llega como tampoco llegan a la vida real. Llewyn Davis es la vida que salió mal. La vida que se perdió en las calles heladas de Nueva York, una vida sin sentido ni abrigo.
Inside Llewyn Davis es la respuesta a esas personas que a veces te dicen: Inténtalo con toda tu alma, no tienes nada que perder. Llewyn Davis es la pérdida. Es el fracaso una y otra vez sin final feliz, como suele ocurrir en las películas, en la literatura, en esa otra vida que no existe. Llewyn Davis es el contraejemplo de lo idílico, del milagro en el último momento. Y tú te sientas esperando ese milagro, que no puede ser tan mala suerte. Ese productor que escuche sus canciones y le diga que su música vale la pena. Esa amante que deje de llamarle gilipollas y corra a sus brazos. Ese gato que vuelva a casa. Pero el milagro nunca llega como tampoco llegan a la vida real. Llewyn Davis es la vida que salió mal. La vida que se perdió en las calles heladas de Nueva York, una vida sin sentido ni abrigo.
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