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Mostrando entradas de 2014

Still the Water (Naomi Kawase, 2014)

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Mommy (Xavier Dolan, 2014)

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Creo recordar (y no sé si esto es cierto porque solo se lo escuché a alguien decir, y todo se terjiversa, o lo leí en alguna parte, o quién sabe, mi memoria es horrible), que Godard dijo sobre él mismo que era un director viejo haciendo películas de joven y que Xavier Dolan era un director joven haciendo películas de viejo (a propósito de Mommy ). A mí Mommy (y me desgarra contradecir a mi ídolo) no me parece una película vieja. Tiene algo que muy pocas películas tienen, y es un corazón. Pienso en Mommy como un producto del doctor Frankenstein, un pequeño ente al que alguien le introdujo un corazón, y este cobró vida, y empezó a moverse y a hablar y a sentir por él mismo. A Mommy se le sale el corazón por la boca, de tanta emoción y tanto amor y tanto odio y tanta pasión y tanta contradicción que tiene. Mommy no es vieja, pues ninguna película vieja había experimentado con el formato (¿cómo no se le ocurrió a nadie antes?). Encierras a tus personajes en un formato cuadrado y min

Enemy (2013) / Prisoners (2013) (Denis Villeneuve)

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Hay un cine, un tipo de cine, que es capaz de meterte dentro de sus películas. De cabeza, como quien se tira al mar (que no a una piscina, que aquí no hay seguridad ni límites ni bordillos) desde un acantilado. Una vez estás atrapado entre sus aguas, nada puede salvarte. Ni siquiera los títulos de crédito del final te arrebatarán esa angustia, ese malestar general provocado por haberte implicado demasiado en la historia. Por haberla vivido (pues el cine hay que vivirlo y no verlo). Ya lo dicen algunos: no te impliques, quédate seguro, no salgas de tu zona de confort, acurrúcate en el canapé, ve comedias banales, ríete, no pienses. Duerme tranquilo. Los hombres capaces de llevarte al mar, son los llamados Autores. Los que te dejan al borde de la piscina, no nos interesan.

Mes copines / Pourquoi pas moi / Si vous n'aimez pas la montagne

Cuando te das cuenta de que eres lesbiana y te echas tu primera novia, lo primero que haces (después de disfrutar del sexo como si no hubiera un mañana) es ver todas las series y películas con temática lésbica que encuentras. Primero pasarás por The L Word , una serie que solo es buena porque trata sobre lesbianas. Y así con todo. Te ves cien películas que no valen para nada, PERO, que hablan de eso que a ti te interesa ahora. Ese mundo aparte del que no sabes mucho y quieres saberlo todo. Es una especie de morbo curioso, una especie de tratamiento para sentirte normal. Para sentir que puedes encajar en algún lado. El cine se convierte en un medio. Los heteros no necesitan esto, porque nacen rodeados de películas y series de todo tipo que les hablan de la norma sexual. Crecen viendo Ghost, Dirty Dancing, Jumanji, saben todo lo que siempre quisieron saber sobre el amor y el sexo, y no tienen necesidad de preguntar. Hace 3 años y medio, cuando quise, quizás, formar parte de esa cultu

Palo Alto (Gia Coppola, 2013)

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Cada vez que veo una de estas películas pseudoprofundas que se supone que retratan la adolescencia, me pregunto qué tipo de adolescentes se sienten tan vacíos, como robots, mudos, mirando un punto fijo con la mirada negra y deshumanizada, como si no sintieran ni padecieran nada más salvo un cosquilleo interno. Yo recuerdo la adolescencia como todo lo contrario: como agitación e ira, dolor, rabia, enamoramientos desproporcionados, sentimientos exagerados, teenage drama. Estos adolescentes de las películas de las chicas Coppola suelen ser como corderos lobotomizados sin corazón ni sangre en las venas que lo bombee. Me dan ganas de zarandearlos. Me recuerdan a esa canción de PJ Harvey: My my, a little toy He's just a mommy's boy Where's your liver, where's your heart? Where's all your woman parts?

Pride (Matthew Warchus, 2014)

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Justo cuando pensaba que Pride era el culmen de los clichés baratos, aburridos, de las bromas patéticas y pasadas de moda, de los guiños culturales superfluos y de los personajes estereotipados hasta la náusea, va la película y acaba con unos textos inscritos en las imágenes a ralentí estilo "Mark siguió luchando hasta que murió de sida. Tenía 26 años". Es lo que se suele llamar la guinda sobre el pastel. Un pastel de mierda.

Métamorphoses (Christophe Honoré, 2014)

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Yo no sé absolutamente nada sobre las Metamorfosis de Ovidio. Pero sí sé algunas cosas sobre el amor, sobre el deseo de escapar para nunca volver, sobre el deseo sin más, sobre la venganza, sobre la infidelidad, sobre la rabia. Venía aquí preparada para decir cosas maravillosas sobre Métamorphoses , pero me metí en youtube para volver a ver el trailer y me encontré con un comentario de alguien que dice (traduzco con faltas de ortografía incluídas): los actores deberían estar avergonzados de ellos mismos... creo que en 2014 es el primer año donde veo tanto porno en las películas para el gran público... pobres nosotros.... quedaros a follar tranquilamente en vuestras casas no es necesario enseñarnos vuestros culos sin parar Y entonces me llevo las manos a la cabeza y las palabras bonitas ya no me salen. Solo blasfemias, insultos que me meten a la altura de estos especímenes anclados en dios sabe dónde. Recuerdo que unas de las cosas que más me gustó de Métamorphoses fue precisamente s

Sils Maria (Olivier Assayas, 2014)

Odio haber perdido la costumbre de venir aquí corriendo a escribir tras ver las películas, porque aún hoy, casi un mes después de haberla vista, me invade esa terrible emoción que sentí al salir del cine tras ver Sils Maria. Ese escalofrío de estar ante algo que te remueve tanto por dentro. Algo poderoso, certero. Sils Maria está dotada con el alma más primitiva del cine, pues es dolor, amor, traición, pánico, serenidad, angustia. Es todo aquello que nosotros, seres humanos partícipides de la vida, sentimos día a día. Para mí Sils Maria es la mezcla perfecta entre Persona y El crepúsculo de los dioses. Ahí es nada. De Persona lo tiene todo: tiene esa crisis de identidad, vital, que enfrenta al personaje de Juliette Binoche contra sí misma, y contra eso que la rodea, llamado lo contemporáneo. O más concretamente la juventud, rabiosa juventud. Puta juventud. Competitiva, hipócritca juventud, especie de serpiente sinuosa que se cuela en tu cama en silencio, y que te devora una vez te de

Neighbors (Nicholas Stoller, 2014) / Wish I Was Here (Zach Braff, 2014)

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Vi dos comedias este mes: Wish I Was Here y Neighbors . La primera es obra de Zach Braff. Zach Braff que hizo Garden State que me pareció, siendo adolescente, una maravilla. Esa fotografía tan poco vista en aquella época, esos personajes que tiempo después acabaron hartándonos. Esa forma de contar las cosas tan única por aquel entonces. Natalie Portman, de quien nunca nos cansaremos. Todo esto me deja contrariada porque Wish I was here tiene muchísimos puntos idénticos con Garden State, y sin embargo la aborrecí. La pregunta es: ¿si volviera a ver Garden State hoy la aborrecería? La eterna pregunta: ¿cambié yo o cambió el cine? Lo que antes me parecía entrañable en su cine, ahora me parece cursi hasta la náusea. Lo que antes me parecía efectivo ahora me parece barato, tramposo. Lo que antes me parecía nuevo ahora huele a rancio. El mundo avanza y supongo que tú no te puedes quedar quieto. No puedes estar ahí para siempre, diciendo pero este soy yo, yo soy así. Pienso en ello u

L'inconnu du lac (Alain Guiraudie, 2013)

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Me puse a  ver El desconocido del lago, pero a los 30 minutos hubo una escena de sexo superexcitante entre dos hombres y decidimos pararla para hacer el amor. Al día siguiente la retomé desde el mismo punto (cosa que no se hace, muy mal), y a los 40 minutos hubo otra escena de sexo muy salvaje. Me volvió a excitar muchísimo y paramos otra vez la película para hacer el amor. En la vida se nos planteará esta pregunta muchas veces: "¿el cine o la vida?". Elegid siempre la vida.

The Purge: Anarchy (The Purge 2) (James DeMonaco, 2014)

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Sigo preguntándome, si matar fuera legal ¿mataría a alguien? ¿A quién? ¿Qué me importa más, la ley o la moral? ¿Tengo algún respeto por la ley, sabiendo que la infrinjo en muchas otras situaciones? ¿Es la ley lo que me impide matar? ¿Tengo, acaso, moral? ¿Y por qué matar es inmoral?

Rubber (Quentin Dupieux, 2010)

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¡Me ha encantado Rubber! Es la mezcla perfecta entre tontería y brillantez, pues es inteligente en su absurdidad. Pero me ha encantado sobre todo esa interacción espectador/película. El director que se quiere cargar a los espectadores, el espectador inteligente, los que no paran de hablar, los curiosos, los voyeurs, los que solo quieren carne, los que solo quieren sangre. Los apartes a cámara, los límites desdibujados. Lo guapa que es la actriz principal. A tatuarse: You probably never gave it a thought, but all great films, without exception, contain an important element of no reason. And you know why? Because life itself is filled with no reason. Why can't we see the air all around us? No reason. Why are we always thinking? No reason. Why do some people love sausages and other people hate sausages? No fucking reason. Ladies, gentlemen, the film you are about to see today is an homage to the "no reason" - that most powerful element of style.

Oculus (Mike Flanagan, 2013)

Me pregunto por qué al género de terror le cuesta tanto hacer buenas películas. Hay géneros difíciles y malditos a los que ya se le asume una baja calidad como a la comedia romántica, aunque existan películas como Two for the Road. Hay otros géneros fáciles, como el drama o el documental, al que se le otorga una calidad artística casi de base. Sin embargo el terror es particular porque cuenta con millones de adeptos del género en concreto, cosa que no pasa tan a menudo con los demás género. Hay gente a la que SOLO le gusta el cine de terror, y me pregunto cuál es su fórmula para distinguier lo bueno entre lo malo, entre tantísimos clichés. De todos los géneros, es aquel al que parece que le cuesta más deshacerse de la fórmula matemática mágica, de todos sus tics insoportables que matan la esencia más pura de su cine: el acto de provocar miedo. Me pasa muy a menudo que me apetece ver una película de terror. Esto también es curioso, pues el procedimiento habitual es distinto: me apetec

La fille du 14 juillet, Swim Little Fish Swim, Sous la jupe des filles, Ocho apellidos vascos, 3 bodas de más

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Qué vergüenza. Entre el 3 y el 29 de junio he visto 5 películas. Me siento un poco Norma Desmond, un poco vieja gloria. Recuerdo aquella época en la que veía tres películas diarias facilmente, y como esto definía lo que era, mi forma de pensar, de vivir, mi día a día. Teniendo en cuenta eso, podría sacarse como conclusión que el cine ya no me interesa. Y sin embargo lo amo como antes, sino más que nunca. Pero de otra manera, menos voraz. Supongo que es el fin de la adolescencia, el fin de querer verlo todo, saberlo todo. He visto muchísimas películas, tantas, que las he olvidado a casi todas ellas. Es la hora de meterse en una relación estable con un proyecto, volcarme en él. Dedicarle toda mi imaginación, creatividad, ilusión a esa película, en vez de todo esa afección volátil y efímera de los tres amantes por día. De esas cinco películas de junio tres las vi en el cine, dos en casa. Dos son españolas, tres son francesas. Empiezo a perder terreno en la patria. Las primera española

Maps to the Stars (David Cronenberg, 2014)

Hace unos años que una expresión se popularizó entre mis amigas y yo: mal ambiente. El mal ambiente no es fácil de describir, pues puede incluir bien algo obvio como un padre que se folla a su hija, o bien cosas más sutiles, como un festival lleno de hippies. El mal ambiente es, pues, subjetivo. La subjetividad nace de un mutuo acuerdo entre mis amigas y yo. Somos 4 y aún así, a veces es tarea imposible ponerse de acuerdo. Por ejemplo para una de ellas, la más nazi de todas y amante de las prendas de vestir que se limiten al espectro cromático negro o gris, un vestido de colores vivos pasa a ser mal ambiente. El mal ambiente nació como algo rotundamente negativo, sin embargo hay una concepción positiva del mal ambiente,  por ejemplo David Lynch. La escena de Blue Velvet en la que Dennis Hopper porta una máscara de oxígeno gimiendo: Baby wants to fuck. Get ready to fuck. Daddy's coming. Daddy's coming home. Pues ESO es mal ambiente, pero en plan bien. Maps to the Stars es ex

Crystal Fairy & the Magical Cactus (Sebastián Silva, 2013)

Quisiera hacer este viaje con mis amigos. Adentrarnos en el bosque, perdernos en la playa. Acostarnos drogados, despertarnos drogados. Sumergirnos en la danza descoordinada que no se acaba cuando sale el sol. Abrazarles, decirles que les quiero, y que esto sea efímero. Un te quiero hoy y te quiero ahora. Que la droga nos revele que esto es lo único que debería contar. Porque mañana no queda nada, mañana todos se van, se pierden, se cambian, se mueren. Te olvidan. Pasan a otra cosa, porque tú estás de paso para ellos y tú eres el paso, también, que se va. Mañana no habrá nada, dinos, droga cómo poseer lo que se presenta hoy a nuestro lado. Gracias a la droga, la vida se antoja como una cuesta abajo, en la que a la vez cada momento que vivimos es el más alto del camino. Gracias por eso. Gracias por la vista nublada, la pérdida de mí, de mis circunstancias, el vaivén hipnótico. Gracias por fomentar el olvido, por hacerlo todo más fácil. Por darle significado a las caricias, a los roces, a

Wrong Cops (Quentin Dupieux, 2013)

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3x3D (Peter Greenaway, Jean-Luc Godard, Edgar Pêra, 2013)

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Fui al cine a ver una película en 3D de Godard. También de Peter Greenaway y de Edgar Pêra, sí, pero esta sensación de "me estoy poniendo las gafas 3D para ver la última de Godard" me parecía absolutamente surrealista. Me aburrí con la película de Peter Greenaway. Me recordó a Encarta, aquella enciclopedia interactiva que tenía instalada en mi primer ordenador, donde navegabas literalmente en un mar de conocimientos, en una época en la que navegar era un sueño utópico, toda esta tecnología abrumadora. Pero no aprendías nada, solo te fascinabas, que no es poco. Me encantó la película de Edgar Pêra. Es kitsch, divertida, sabia e inteligente. Me puso triste la película de Godard. Escuchar su voz, tan anciana, tan desgastada. Un Godard cansado, rendido. Godard hablaba del cine, y de la realidad, como siempre. Y de todas esas cosas que no entendemos en su primer término, pero las sentimos en el segundo, y con las que nos fusionamos en el tercero.

Fading Gigolo (John Turturro, 2013)

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John Turturro escribe, dirige y protagoniza una película 100% Woody Allen.

Le Week-End (Roger Michell, 2013)

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-¿Qué clase de personas pasan horas sin tener nada que decirse? -Los matrimonios.

Tom à la ferme (Xavier Dolan, 2013)

Ayer alrededor de un vaso de vino en una terraza congelada hasta la 1 de la madrugada, porque nunca tengo la valentía de decir que tengo frío, que vamos para adentro, hablábamos sobre el cine excesivo. Ese cine primerizo por ejemplo, en el que tienes ganas de decirle al mundo cómo eres, lo que te gusta, cómo te gusta. Y lo metes todo, presionando con un embudo. A veces funciona y a veces no. La opinión general en la mesa era un no. Contrólate. Sé equilibrado. Pero a mí como que me gusta el todo, el desbordamiento. Y claro, hablamos de Xavier Dolan. Xavier Dolan siempre fue un poco así. Le gusta Wong Kar-Wai y otros cientos. Y los venera, los copia, los toma, y no pasa nada. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. En Tom à la ferme , a Xavier Dolan le gusta mucho Hitchcock. Le gusta su música, su manera de mover la cámara, de trabajar un ambiente donde no sabes muy bien qué pasa, hacer nacer una intriga de la nada. Tom à la ferme es Rebecca conociendo a Psicosis ader

Babysitting (Philippe Lacheau, Nicolas Benamou, 2004)

No exagero si digo que hacía años que no iba sola al cine. Años de verdad. Creo que podría ponerme a buscar en este blog cuál fue la última película que fui a ver sola en el cine y no sería capaz de encontrarla. El caso es que por circunstancias que no vienen a cuento (o sí, en otro episodio que pienso llamar "El final de Viaggio in Italia"), me decidí a ir sola al cine, a ver forzosamente una comedia, forzosamente con palomitas, irremediablemente aislada en las butacas. Y así fue. Y me lo pasé bien. Muy bien. Reí a carcajadas yo sola con toda la sala, igual que todas esas otras personas solas que se encontraban allí, riendo a carcajadas con nosotros, los solos y los acompañados. Y nadie se murió. Y nadie salió herido.

Festival de Cinéma Espagnol de Nantes

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Está siendo en Nantes el festival de cine español y es mi oportunidad para ponerme al día con todo lo que me estoy perdiendo en el exilio. Veo películas de las que no sé nada, no he visto nada, no he leído nada, porque ya sabéis que odio leer sobre cine. Empecé con Gente en sitios , que aquí tradujeron como gente normal ( Des gens normaux ). Me hace gracia porque la gente que sale en la película es de todo menos normal, y a la vez, todo transcurre en un halo de rutina que la hace única. Gente en sitios es tan maravillosa que hubiera deseado verla otra vez y luego otra vez más y que ella fuera la única película del festival de cine español. Me hace creer en una realidad paralela, en salvar el día a día, me hace pensar que todo es posible, si quieres que lo sea. Por otra parte me parece terriblemente arriesgada. Me imagino el proceso de creación, miles de ideas absurdas que desfilan una tras otra, y lo imposible de diferenciar cuál es valiosa y cuál no lo es. Andar como un funambulist

La crème de la crème (Kim Chapiron, 2013)

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Les rencontres d'après minuit (Yann Gonzalez, 2013)

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Creo que esta película no habría tenido sentido en ningún otro momento de mi vida. Pero la vi en este, en ahora, aquí, y la entendí. Fui capaz de meterme en ella de tal manera que si hubiera cerrado los ojos y escuchara las voces de lejos, no sabría si estoy viviendo o viendo. Pude estar en esa casa, siendo tres, esperando a más gente. Esperando que vengan a vernos, a tocarnos, a escucharnos, a entendernos, a follarnos. Que llamen a la puerta y nos digan, sin todavía habernos siquiera visto, j'ai déjà envie de vous . Sí. Es ese el tipo de amor que me gustaría experimentar, el amor a ciegas. El amor para todos, por todas partes. Tocar todos los cuerpos y encontrar la particularidad de cada uno. Sus aristas, sus defectos, aquello que los hace únicos. Su belleza, también. Encontrar ese tipo de amor que se desvanece en cuanto sale el sol, como un vampiro asustadizo. Y ese otro que quieres que se quede contigo, que aprenda a vivir también a la luz del día. Ese tipo de amor

Les gazelles (Mona Achache, 2014)

Era un sábado noche y tenía ganas de ir al cine, desconectar el cerebro, ver una película de mierda, comer palomitas, hacer ruido con la boca, reír bien alto, bien fuerte, bien molesto, fundirme en la butaca. Resultó que la película era una mierda pero no con todas sus ganas. Tenía un trasfondo triste, un poso depresivo que venía a decir algo como "estar soltera está muy bien en general, cuando eres libre y haces lo que quieres y cuando quieres y con quien quieres, pero los domingos, ay, los domingos vas a querer morirte pequeña, cuando salgas a hacer deporte al aire libre y veas a todas esas parejas, cuando pienses en ellos en sus casas viendo una película juntos, haciendo el amor juntos, cortándose las uñas de los pies juntos, y tú estarás sola, sola, sola". No era necesario.

La gran familia española (Daniel Sánchez Arévalo, 2013)

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Advertencia : En este post no vas a encontrar nada sobre La gran familia española . Nunca creí que podría decir una frase tan horrible, pero ya no tengo tiempo para escribir sobre las películas inmediatamente después de verlas, y por lo tanto siento que ya no escribo con esa fuerza o vivacidad sobre ellas, que es de lo que se trataba. Cuando empecé este blog hace casi 4 años veía películas diariamente en casa, aunque también iba mucho al cine. Y tras ellas, siempre encontraba esos 15 minutos de tranquilidad, de "no tengo otra cosa que hacer", en los que me gustaba pensar en la película y escribir sobre ello. Y me sigue gustando, pero se ha convertido en una especie de tarea pendiente. Ya casi no veo películas en casa, pero voy al cine todas las semanas, todas las veces que puedo. Y luego me pierdo en otra cosa, hablo con la gente que me acompaña, 5 o 10 minutos, y luego la película se va. Sigo necesitando este blog autoimpuesto para quedarme con ellas. Estaba pensando eso

Her (Spike Jonze, 2013)

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Os voy a contar una historia. Cuando tenía 13 años tenía una mejor amiga: Nela. Éramos inseparables, yo la desnudé y la metí en la ducha la primera vez que se vomitó el vestido en fin de año. O quizás fue al revés. Éramos tan la una de la otra, que no se sabía muy bien dónde empezábamos y donde acabábamos. A los 13 años internet era ese ente extraño que se acercaba tímidamente a nuestras vidas. Teníamos un modem de 56k que se desconectaba cada vez que alguien llamaba al fijo de casa, y nos metíamos en el chat de Terra. Una vez conocí en el chat a un chico que se llamaba Sergio. Sergio era tan perfecto para mí que daba miedo. Nos gustaban las mismas cosas, compartíamos opinión sobre todo, solo nos faltaba acabar las frases del otro. Era lo que se suele llamar mi alma gemela, mi otra mitad perdida en el mundo. Además vivía en un pueblo a 30 km de mi ciudad, lo que hoy en día sería una nimiedad pero que a los 13 años, sin posibilidad de coger el coche o el tren, era una distancia inabarca

Is the Man Who Is Tall Happy?: An Animated Conversation with Noam Chomsky (Michel Gondry, 2013)

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Conocí a Michel Gondry hace mucho y me robó el corazón. A la vez me hacía mucho daño, ese hijo de puta que acaparó toda la creatividad que deberían tener al menos 20 ó 25 personas si este mundo fuera un lugar de justicia. Ese pequeño bastardo francés que tocaba la batería, entendía de buena música, rey del stop motion, que hacía videoclips que dejarían boquiabierto al mundo unánimamente y luego aún encima hacía alguna de las películas más maravillosas jamás hechas. Admirar a una persona a tan alto nivel no es fácil, te quita más energía que inspiración te da. Ayer conocí a Michel Gondry de verdad. Estaba ahí, a dos metros, contándonos cosas sobre Is the Man Who Is Tall Happy? Yo esperaba una revelación, que tuviera una máquina hecha de sueños y recuerdos que nos contagiara un poco de su talento a todos los allí presentes. Pero nada de eso ocurrió. Mi primera reacción fue dar un respingo al verlo aparecer, un poco infantil, diciéndome: es como en las imágenes de Google pero en mov