Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2013

Los amantes pasajeros (Pedro Almodóvar, 2013)

Imagen
Cada vez que Almodóvar saca una película, todo el mundo se muere de ganas de verla. Su estreno es un gran acontecimiento, que es algo que no se puede decir sobre las obras de demasiados directores actuales. Porque Almodóvar tiene la suerte de que no solo sus devotos van al cine a ver sus películas, sino también aquellos que le odian con amargura. Qué voy a decir, Almodóvar es facilísimo de odiar. Basta con que seas homófobo, retrógrado, purista, o demasiado serio. Porque si hay algo que creo que es imprescindible a la hora de disfrutar de las películas de Almodóvar es no tomarse la vida, ni el cine, ni a uno mismo demasiado en serio. Y esta aparente superficialidad choca con ese Deseo de nuestro querido Pedro de sugerir temas profundos de fondo. Véase las referencias nada camufladas a la crisis, a la malversación de fondos, a los escándalos económicos o al gusto del Rey por el sadomasoquismo. O esos pequeños dramas sentados en las butacas y disfrazados con colores estridentes: la hij

Spring Breakers (Harmony Korine, 2012)

Imagen
Spring Breakers sería una de las últimas películas en cartelera que iría a ver si no fuera porque empecé a leer críticas por todas partes que decían que lo que hacía que pareciera una película de mierda era paradójicamente ironía. Leí un titular magnífico que decía que era una especie de obra hecha por Godard a tope de Red Bull. Pero sobre todo leí lo que me dijo mi queridísimo Cibrán (Tenreiro) (Uzal). Nadie podría hablar mejor de ella. Os dejo con su maravillosa crítica para Los 35 milímetros . "El nuevo artefacto de Harmony Korine es una cosa insólita. Está tan cerca del cine experimental más radical como de Gandía shore, y eso lo hace enormemente disfrutable desde cualquiera de las dos perspectivas. Y, a pesar de eso, no es una película cómoda ni conformista, ya que Korine parece haber encontrado una extraña lucidez que le hace ir un paso por delante de cualquier crítica que pueda hacérsele. Aún así, la de Carlos Boyero es una obra maestra de la descalificación. El

Dark Horse (Todd Solondz, 2011)

Imagen
Todd Solonz es uno de nuestros pequeños genios de lo grotesco, de lo perverso, lo retorcido, el "mal ambiente" que se esconde tras una de las fotografías más coloristas y alegres de los 90 a esta parte. De adolescente me flipaba mucho con sus películas, las veía todas una y otra vez, pero un día todo cambió, no sé si yo o él. El caso es que todo se volvió como más tímido, más taimado, más sutil. Cuando un director hace un cine inteligente e ingenioso, tipo Woody Allen o Michel Gondry, le pides que vaya a más, que cada vez sea más ingenioso, más inteligente, más auténtico. Cuando un director hace el tipo de cine que Solondz hace, le pides que cada vez sea más ácido, más corrosivo, más crítico, que tenga más mala leche. Cuando este director hace lo contrario, lo sientes como un retroceso y la decepción te invade. Algo así me ha pasado con sus últimas tres películas. 'Dark Horse' es buena retratando el patetismo de lo cotidiano. Ese llegar a casa todos los días y enc

Who's Afraid of Virginia Woolf? (Mike Nichols, 1966)

Imagen
En la historia del cine encontramos una gran cantidad de películas de amor, sin embargo mis preferidas son las películas de odio. El odio conlleva venganza, rencor, el peso del pasado, la ira, la violencia. Todas estas emociones que son tan poderosas que representan el tema ideal para hacer cine con ellas. Recuerdo especialmente dos películas sobre una pareja que se odia. La primera es 'La guerra de los Rose', una de las películas que más veces vi cuando era pequeña, que cuenta la historia de una pareja desde que se conocen hasta que se matan (el curso natural de toda relación de pareja). La segunda película es 'Carnage', de mi adorado Polanski. 'Carnage' se parece muchísimo a '¿Quién teme a Virginia Woolf?'. Dos parejas, un espacio cerrado, hipocresía al inicio que conduce hasta la explosión de odio al final. '¿Quién teme a Virginia Woolf?' es una mezcla explosiva, una fórmula matemática que funciona a la perfección. La película tiene momen

To the Wonder (Terrence Malick, 2012)

Imagen
'To the Wonder' es como un viaje en barco. A algunas personas, como a mí, les encanta viajar en barco. Les encanta sentir el viento frío en la cara, el dolor del pelo enredándose, el vaivén interminable que hace tu cabeza girar, ese ligero mareo que se parece a volar. A otras personas, como a mi madre, no les gusta viajar en barco. Prefieren los medios de transporte tradicionales, aquellos que, ante todo, le permiten realizar el trayecto con los pies en la tierra: autobuses, trenes, coches. Historias tradicionales, que cuentan con una trama evidente. Cuando viajas en tren puedes estar seguro de una cosa: de que vas a llegar a tu destino. De que todas tus preguntas se verán resueltas, que no habrá sorpresas. No hay claustrofobia, ni vértigo, ni temor. Viajar en barco es otra cosa. Hay un sinfín de imprevistos que pueden surgir, de oleajes que pueden cambiar tu trayecto, la fuerza del viento contra la que luchar. Y desde luego, nunca conoces de antemano el puerto al que vas a l

Dans la maison (François Ozon, 2012)

Imagen
Cuando tenía 19 años o así me dio por ver toda la filmografía de François Ozon, creo que solamente porque era francés y obnubilada por la Nouvelle Vague pensaba que eso era sinónimo de calidad. El caso es que era uno de los pocos directores que a pesar de que cada película suya que veía pensaba "bah, no es para tanto", aún así seguía viéndolas, una tras otra, casi como si fuera un reto o tuviera que ganarme el derecho a opinar. Ayer vimos 'Dans la maison' y nos ha gustado. Podría ponerme a hablar del brillante juego de espejos que se establece a tres niveles y que se alterna hasta confundirse, pero estoy segura de que mucha gente lo ha hecho ya. Lo bonito de 'Dans la maison' es que es inclasificable. Es, por momentos, una comedia tímida que se torna algo turbio y misterioso, se vuelve cruel de repente casi sin quererlo y luego muestra piedad y humanidad en momentos insospechados pasando por atisbos de drama o terror. Y esto es algo que el profesor de literat

Detachment (Tony Kaye, 2011)

Imagen
Creo que hacía muchísimo tiempo que no veía ninguna película que me daba tantas ganas de vomitar como 'Detachment'. Por una parte me cabrea hasta límites inimaginables esta sobredosis de drama tan facilona que es un insulto. Una película que arranca con una música tristona de telenovela y no cesa hasta el final. Esas situaciones retorcidamente ridículas sin un rayo de luz: que si la niña puta violada y sin hogar, que si la gorda suicida artista frustrada, que si los padres son malos, los niños malos, el abuelo violador moribundo, la madre muerta. En serio, basta. Ya sé que el mundo es un lugar oscuro pero tampoco hay que pasarse. La realidad tiene matices, no es un gran pozo de desolación y violencia. Y hablo de la realidad porque la película pone todo de su parte para fingir un tono realista con los métodos de moda. Que si cámara en mano, que si grano en la película, que si narración fragmentada. Pura basura. Sin embargo ninguna película que despierta en ti tanta rabia se

This Is Forty (Judd Apatow, 2012)

Imagen

Harold and Maude (Hal Ashby, 1971)

Imagen
Creo que solo había visto una película antes en las que la relación entre una persona de una edad y otra de otra muy lejana o un parentesco me había provocado un poco de impacto y esa fue 'El soplo al corazón', una de las mejores películas de Louis Malle en la que la película avanza y así al final casi sin darte cuenta tienes a una madre y a su hijo enamorados y practicando sexo (o así lo recuerda mi memoria, hace más de 6 años que la vi y no recuerdo ni qué hice hace 6 minutos, igual solo se daban unos besitos, quién sabe). El caso es que algo parecido me ha pasado con 'Harold and Maude', yo la estaba viendo, tan tranquila, pensando que era la historia de dos personas que habían tenido la suerte de encontrarse en el mundo y que se tenían mucho cariño y zas, de repente me los encuentro en la cama desnudos y me pongo a flipar mucho. Supongo que también ayuda que la cara del actor deje su edad en un punto un poco incierto. Yo no le echo más de 12 años, luego resultó que

Gaslight (George Cukor, 1944)

Imagen

La pájara (Jimina Sabadú, 2013) (#LittleSecretFilm)

Imagen
La verdad, y Dios me perdone, es que no tengo ni idea de quién es Jimina Sabadú. Busqué su nombre en Google pero mi pereza es tan supina que apenas tuve paciencia para retener dos datos y ver un vídeo suyo en youtube donde parece una chica íntegra, inteligente e infantil, tres cualidades difíciles de conjugar. Jimina, yo no te conozco a ti, y tú no me conoces a mí, pero me gustaría abrirte la cabeza, para ver lo que llevas dentro, porque parece interesante, o todo lo contrario. Cuando ves 'La Pájara' hay dos cosas que saltan a los ojos sobre todo lo demás: 1. La calidad técnica. Yo no soy una de esas personas que se quitan el sombrero que no llevo ante los efectos especiales o una fotografía preciosista que va por libre y no al lado de la historia, sino todo lo contrario. Con esto quiero decir que que vaya a calificar 'La Pájara' de una pobreza técnica escandalosa no lo digo como algo negativo sino mercamente descriptivo. Estoy 100% segura de que es a propósito, p

Nova (Ezequiel Romero, Bruno Teixidor, 2013) (#LittleSecretFilm)

'Nova' es lo que pasaría si 'Extraterrestre' y 'Melancolía' se encontraran al final de una tarde paseando por un parque ya desierto. Creo que la gente, alguna gente, cuando ve 'Nova' o cualquier otra película de LitteSecretFilm puede pensar "no está nada mal para estar hecha en 24 horas", o, "no está nada mal para estar improvisada". Ese es el pensamiento erróneo, pues las grandes obras no se toman la improvisación o el contrarreloj como un contra sino como algo que poner a favor del resultado: algo que no solo lo apoye sino que aún encima lo mejore. Lo que típicamente se conoce como aprovecharse de las circunstancias, el famoso menos es más. Eso es lo que hace 'Nova': utilizar este hipernaturalismo en pro de una atmósfera indescriptible. Ese titubeo de los personajes que no saben hacia qué dirección orientar su frase en pro de una ambientación de rareza en la que nadie sabe qué está pasando ni cómo vamos a salir de esta. Y

Bachelorette (Leslye Headland, 2012)

Imagen
'Bachelorette' es una buena mala película. Es una buena mala película para esos sábados a la tarde acompañada en los que estás enferma y ni ganas de comida basura tienes. Es una buena mala película para esos días en los que hacer una suma de dos cifras de cabeza se convierte en una tarea titánica y necesitas algo simple, directo y en vena. Además, 'Bachelorette' me tocó alguna fibra porque pertenezco a esa generación que ahora tiene 26 años, perturbados por ser la edad a la que tus padres ya estaban casados y pariéndote, y esa misma edad en la que es todavía impensable para ti plantearte siquiera qué es eso del matrimonio porque todavía no tienes trabajo estable y no ves tan lejanas aquellas "locuras de juventud". Por mi parte hay muchas cosas que odio en el universo, pero especialmente dos: los hijos y el matrimonio. En ese sentido, el personaje de Kirsten Dunst queda descartado para mí como identificación. Pero como toda película americana, hay abortos p