Alexander Nevsky (Sergei M. Eisenstein, 1938)

Cuando alguien ve 'El triunfo de la voluntad' o 'El nacimiento de una nación', nadie duda en tacharlas de películas deplorables ideológicamente. Todo el mundo sabe que el nazismo y el racismo son posiciones morales incorrectas. Sin embargo parece estar mejor visto cuando un director de pone del bando del comunismo, muerte a todos los alemanes, vivan todos los rusos. Yo creo que, por mucho que comulgues con esos ideales, el propagandismo está mal. Alguien me dijo una vez que todas las películas son políticas, de un modo u otro. Que son dos conceptos inseparables. También creo, que a su modo, todas las películas son propagandísticas. Pienso en cualquier película de Hollywood con Julia Roberts y veo que intenta venderme una idea idealizada sobre el amor. Veo otras películas propagandísticas sobre la felicidad, u otras llenas de carteles y product placement que son literalmente propagandísticas. Y pienso que, al fin y al cabo, todos los directores quieren venderte sus ojos, convencerte de por qué su manera de ver el mundo es especialmente interesante, especialmente mejor. Quizás sea muy hipócrita condenar una película porque sus ideales nos parecen criminales y laurear otra porque estemos de acuerdo con la visión política del director. No, señor.

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